Nota: en la literatura ágil el término más popular para referirse a la implantación de prácticas ágiles es "Transformación Ágil" y suele contraponerse a "Adopción Ágil" para enfatizar el hecho que se pretende llevar a cabo un cambio de fondo, no superficial. Sin embargo, aunque apuesto por dicha transformación ágil, yo prefiero utilizar un término menos elegante: "implantación de prácticas ágiles". La experiencia me ha demostrado que si bien la intención de cambio profundo (transformación) es lo ideal, una estrategia pragmática para conseguirlo normalmente conlleva la aplicación progresiva de prácticas ágiles (no todas a la vez), con posible aumento también progresivo de intensidad (más purismo en la aplicación de cada práctica) y posiblemente en convivencia con otras prácticas de ámbito más tradicional.
Con cierta frecuencia me he encontrado con algunas anomalías en la Transformación Ágil, ellas son:
- Transformación "anecdótica". El comentario suele ser como el siguiente: "hicimos un proyecto de forma ágil, nos fue bien y hasta resulto entretenido, pero ahora seguimos trabajando como siempre". :-(.
- Transformación "inconsciente": cuando se asegura que se está trabajando de forma ágil (incluso indicando un método ágil específico) pero se tiene muy poca argumentación respecto a qué prácticas se están aplicando y en qué nivel de intensidad, o cuáles prácticas explícitamente se han postergado en su aplicación, o cuáles simplemente se han descartado. Ser ágil implica estar aplicando prácticas ágiles, ¿cuáles o cuántas? ... eso ya es otra cosa, abierta a debate. Lectura recomendada: Midiendo (intentando medir) el nivel de agilismo.
- Transformación "limitada": cuando solo se ha implantado una o muy pocas prácticas ágiles, sin la intención de continuar con la iniciativa. Por ejemplo, muchos equipos se conforman con implantar un proceso iterativo e incremental para autodenominarse ágiles. El proceso iterativo e incremental es fundamental en Scrum y en Extreme Programming, pero ni es una exclusividad del enfoque ágil (la metodología tradicional RUP también sigue un proceso iterativo e incremental) ni tampoco es lo único que ofrece el enfoque ágil en cuanto a prácticas, el agilismo es mucho más que desarrollo iterativo e incremental. Es más, el proceso aplicado podría NO ser iterativo (como el propuesto por el método Kanban) y aún así ser totalmente válido como enfoque ágil.
- Transformación "todo o nada": cuando un equipo trabaja algunos proyectos con enfoque ágil y otros con enfoque tradicional, de forma totalmente alternativa. Si bien existen prácticas excluyentes entre el enfoque ágil y el tradicional, no es muy sensato plantear el enfoque ágil como un todo o nada. Hay muchas prácticas ágiles que podrían aplicarse de forma complementaria en un enfoque tradicional. Además, en general es inviable aplicar todas las prácticas ágiles a la vez, o al menos hacerlo en un plazo relativamente corto pues muchas prácticas requieren un esfuerzo de preparación considerable antes de su aplicación (por ejemplo, aplicar pruebas automatizadas).
- Transformación "la vida sigue igual": cuando en teoría ya se ha implantado el enfoque ágil pero en opinión de los involucrados parece que no han habido grandes cambios; por ejemplo, "nuestro jefe sigue repartiendo faena", "se sigue planificando con diagramas Gantt", "seguimos especificando todo y en detalle al principio, incluso lo que no se implementará a corto plazo", etc. Esta anomalía es en gran medida consecuencia directa de una "Implantación limitada".
De nuestra experiencia en implantaciones durante estos últimos años hemos ido refinado una estrategia para Transformación Ágil, la cual se concreta en nuestra Propuesta de Servicios de Implantación de Prácticas Ágiles.
Lecturas recomendadas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario