1. La implantación debe hacerse a nivel de equipo y de cada producto o servicio encargado al equipo
Esta clave la he desarrollado en detalle en mi anterior post Getting Started en agilismo: un enfoque centrado en el equipo. En este post explicaré otros dos aspectos claves.
2. Contar con un líder de la implantación en cada equipo
En un contexto ideal tendríamos a todo el equipo motivado y comprometido en la implantación de prácticas ágiles, auto-convencidos de las ventajas que conseguirán y dispuestos a probar y ajustarse a nuevas formas de trabajo. Lamentablemente esta situación no es la más frecuente y no nos bastará con la actitud heroica de algunos miembros del equipo. Es importante que exista un líder reconocido de la iniciativa de implantación, me refiero a la figura de Scrum Master, el rol propuesto por Scrum, sin embargo, sabemos (o deberíamos saber) que un Scrum Master no se hace en un curso de 20 horas :-). Es decir, pretender que exista o surja de inmediato un Scrum Master desde dentro del equipo no es realista. El rol Scrum Master tiene dos ingredientes: conocimiento en agilismo (y experiencia) y liderazgo. Por eso, es más sensato y pragmático pensar que podemos conseguir un líder dentro del equipo y delegar el conocimiento a alguien externo al equipo (como veremos a continuación), especialmente al comienzo de la implantación del agilismo en el equipo. Pero ¿quién debería asumir este liderazgo?. Podría ser un jefe tradicional que esté dispuesto a iniciar una conversión hacia dicho rol de Scrum Master, contando con la posible ventaja de tener ya desarrolladas habilidades de liderazgo. Por otra parte, podría ser otro miembro (no jefe), que dejara sus actividades para dedicarse exclusivamente (o en gran medida) a liderar la implantación de prácticas ágiles. Lo importante es que quien desempeñe este rol sea efectivamente líder y que en lo posible no mezcle su labor de apoyo a la implantación de prácticas ágiles con los trabajos encargados al equipo. Lamentablemente, en mi experiencia, lo que usualmente he llegado a conseguir es que sea el mismo jefe, y sin abandonar su rol de jefe :-), quien actúe como líder de la implantación del agilismo. Eso es lo que hay :-), y si no es posible "revolucionar" este aspecto (al menos al iniciar la introducción del enfoque ágil) prefiero comenzar con esta situación no tan favorable en lugar de entenderlo como un obstáculo insalvable que no permita al equipo iniciar la implantación.
3. Disponer de un coach que apoye al líder y al equipo durante la implantación
Los roles de Scrum son los que me gustaría poder implementar en todo equipo, tienen una lógica incuestionable, sin embargo, en la práctica, especialmente para equipos ya formados y trabajando de forma más "tradicional", es muy difícil conseguir implantarlos de inmediato (ver Roles de Scrum Parte I y Parte II). Mi propuesta está más alineada con los planteamientos de Extreme Programming, donde se reconoce el rol Manager (un facilitador o líder, no un jefe tradicional) y el rol Coach.
Patricio Letelier
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